Coaching y Transformación. Transformación y Coaching. Es a lo que hoy en día te dedicas con tanta pasión. Acompañas a tus (clientes o pacientes) para ayudarles a alcanzar aquello que tanto necesitan. Pero, ¿estás haciendo un proceso de Coaching verdaderamente efectivo?

Hace unos días estaba hablando con un Coach y me decía que su mayor preocupación, es realizar un acompañamiento que no cumpla con las expectativas de sus clientes y que no ayude a conseguir un antes y después.

Y es natural que los profesionales en general, tengamos ese tipo de miedo.

Sobre todo, si te dedicas a un trabajo tan valioso y delicado como es el “Coaching” y te preocupas tanto por dar lo mejor de ti.

Sabemos que el trabajo de los Coaches, es una actividad en equipo con el cliente. La persona que recibe el acompañamiento, debe de implicarse y comprometerse para poder alcanzar la meta deseada.

De lo contrario, no hay forma de obtener una transformación.

Pero, además de esto existen algunas pautas cruciales para realizar un acompañamiento exitoso con tus clientes.

Veamos entonces, si las estás poniendo en práctica.

¡Vamos a ello!

4 claves para acompañar a tus clientes en su proceso de Coaching

El proceso de Coaching, no solo está enfocado en los resultados. El aprendizaje que se adquiere en el camino también es muy enriquecedor.

Durante las sesiones siempre se aprende mucho y no hablo solo del cliente, sino también del Coach que cada vez se desarrolla más compartiendo y ayudando a otros.

Veamos pues, algunos puntos primordiales que no pueden faltar en tus sesiones.

1.Empatía

Cuántas veces has escuchado la frase, ¿ponte en mi lugar y entenderás cómo me siento?

De acuerdo al afamado psicólogo Daniel Goleman. La empatía es la habilidad de percibir y comprender lo que la otra persona está sintiendo.

¿Por qué la empatía es tan importante en el Coaching?

Porque si no la tienes, sencillamente no vas a poder entender ni generar confianza con tus clientes.

La empatía es entrar en la piel de la persona y comprenderla sin juzgarla ni criticarla. Y este punto es fundamental, porque muchas personas no quieren hablar por temor de ser señaladas o reprochadas.

De hecho, para muchas personas lo más valioso que se llevan de las sesiones es precisamente esto. La tranquilidad de haber hablado sinceramente, sin haber sido criticados ni sentenciados.

En las sesiones de Coaching, la empatía es clave para poder abrir ese espacio de confianza y permite que la persona se sienta libre para poder expresarse naturalmente.

2. Escucha activa y absoluta

Para poder ayudar a tu cliente/coachee, es necesario escucharlo y esto requiere un esfuerzo consciente de tu parte.

En este sentido debes de ser muy cuidadoso, a todos nos ha pasado que a veces, estamos concentrados en una plática y de repente nos vamos. Y cuando nos percatamos de eso y regresamos, hemos perdido el hilo de la conversación.

Somos humanos y puede pasar.

Pero en una sesión de Coaching tienes que evitar que algo así te suceda. Para esto, debes de estar presente y silenciar la voz de dentro, concentrándote en lo que tu cliente te está diciendo en ese preciso momento.

Recuerda que la escucha es vital para que puedas entenderlo, y es un asunto serio que no puedes descuidar.

De allí la base, para llevar un seguimiento efectivo y poder orientar adecuadamente a tu cliente.

3. Preguntas acertadas

Hacer preguntas adecuadas, ayuda a conseguir la información que necesitas.

Para hacer preguntas efectivas, es necesario haber escuchado antes al detalle a tu cliente y tener esa información presente. Así podrás formular las interrogantes necesarias que lleven a la persona a interiorizar.

Puedes hacer preguntas abiertas, que amplíen el horizonte y dejen un aprendizaje. Entre menos preguntas cerradas hagas es mejor.

¿Preguntas cerradas?

Ya sabes a lo que me refiero, a aquellas interrogantes que permiten que la persona se limite a responder un sí o no.

Ese tipo de preguntas no son recomendadas. Lo ideal es formular preguntas que creen un panorama más grande y encaminen al cliente a la reflexión.

Porque son muchos los beneficios que se obtienen al utilizarlas, por ejemplo:

• Pueden causar un impacto transformador en la persona.
• Sacan a relucir un destello de algo que el cliente no se había dado cuenta.
• Motivan al cliente a salir de donde esta y tomar acción.
• Permiten que la persona tome consciencia y se formule nuevas preguntas que antes no había imaginado.

Como ves, este tipo de interrogantes ayudan a la persona a expandir su visión y reflexionar desde adentro.

4. Medición de resultados

Contar con un método de medición para conocer los resultados del proceso de Coaching, resulta primordial para saber si se han logrado o no los objetivos planteados.

Las ventajas que aporta realizar una medición, tanto como para el Coach como para el cliente son significativas.

Para ti que eres Coach te ayuda a:

• Mostrarte más profesional.
• Aprender y mejorar en puntos concretos.
• Satisfacción personal y motivación para seguir avanzando.
• Nuevas ideas para integrar.

Para el cliente:

• Aplicar lo aprendido en otras áreas de su proceso.
• Motivación para mejorar cada día.
• Optimización y mejora en sus procesos.
• Satisfacción e incremento de confianza en ellos mismos.
• Autoevaluación y reflexión para cambiar lo que no resultó.

Es un hecho que medir los resultados ayuda en diversos aspectos que finalmente se resumen en “motivación para confiar más en ti mismo” si los resultados son positivos y “mejorar” en el caso de que los resultados no sean los esperados.

La profesión de Coach está creciendo mucho y cada día hay más personas que se sienten realizados mientras acompañan a los demás a conseguir sus metas. Pero no basta solo con ser “Coach” recuerda que también hay que ser un “Buen Coach”.

Espero que puedas poner en práctica estos 4 pasos que hemos visto para lograr que el proceso de Coaching que realizas con tus clientes, sea más efectivo.

¡Nos vemos pronto!